AU CLAIR DE LA LUNE
ROUYUN-NORANDA, CANADA • 2010
EVENTO
D'Art Biennale Performatif
La figura retórica del cuerpo-sujeto desbordado no se refiere a la ausencia de limpieza o salud, sino a “aquello que perturba una identidad, un sistema, un orden. Aquello que no respeta los límites, los lugares, las reglas. La complicidad, lo ambiguo, lo mixto”. El cuerpo (material y simbólico) abyecto nos confronta con esos estados frágiles donde el hombre entra en los territorios de lo animal, de lo primitivo, de lo no civilizado.
En la obra de Rocio Boliver se puede observar la abyección en lo material y simbólico, en el cuerpo encarnado. el cuerpo como un espacio físico desbordado a través de sus orificios vinculados a las tres fases del proceso de desarrollo del individuo que enunció Sigmund Freud: oral, anal y genital. Las tres fases y sus desechos corporales como el líquido menstrual, la orina, el excremento, el vómito, el producto de un aborto y el cadáver. Esta categoría establece en lo abyecto la condición de algo que ha caído, que proviene de mí, pero que está fuera de mí.
- Beatriz Garduño Mejía,
Profesora de historia del arte